martes, 9 de abril de 2013

Esos acontecimientos que de manera repentina desmoronan todos tu planes de futuro, planes que guardamos en una cajita de cristal, que depositamos en un lugar muy frágil y que cualquier movimiento inesperado la hace arrojar contra el suelo y romperla en mil pedazos.

Entonces esperamos que tenga arreglo, que venga alguien y venga con otra nueva, mas fuerte. Pero la espera se hace dura, te refugias entre cuatro paredes, un montón de sabanas y un arsenal de comida que entra aunque no tengas hambre. Actos que no arreglaran nada y que no te harán sentir bien al cien por cien.

No tenemos un manual que nos indica que hacer en estas situaciones y si lo hay, yo lo tiré a la basura, como suelo hacer con todo lo que merece la pena.

No se si es mi error, mi falta de atención, o hay algo mas allá. Algo de manera cósmica que hace que lo deseado de esfume, hay una fuerza extraña que impide que avance, y mas ahora, cuando tenia una temporada en lo que quería hacer era ver todo de forma positiva, cuando las cosas fluyen parecen que seguirán pero me topo con una gran presa que hace que me estanque, que me pudra y termine contaminándome.

Y me veo solo, sin que nadie pueda ayudarme.

Sin que nadie pueda resguardarme de todo.

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